Visita nuestra Mancomunidad a través de su curiosidades y secretos
Sabemos que una forma diferente de programar rutas previas a un viaje o escapada es marcando puntos clave en base a datos curiosos o particularidades que puedan ofrecer los destinos que vais a visitar. Es por ello que con este artículo pretendemos daros a conocer algunos de los secretos y curiosidades de algunos de nuestros municipios y zonas naturales para que podáis seguir descubriendo rincones e historias de nuestra Mancomunidad desde un punto de vista inesperados y sorprendentes.
Empezamos por Tales, capital de la comarca de la Plana Baja y sede de la Mancomunidad Espadán-Mijares, pero más conocido como el pueblo de los músicos “Dolçainers i Tabaleters”. La “dolçaina” y el “tabalet” son dos de los instrumentos más arraigados a nuestra tradición y los habitantes de este pueblo se sienten especialmente orgullosos de contar con una de las escuelas más destacadas en este arte que se ha consolidado como uno de sus mayores patrimonios culturales. ¡Sin duda alguna, un reclamo único para organizar una escapada!
Otro de los puntos clave que nos gustaría daros a conocer es el antiguo Convento de los Dominicos de Ayódar, un emblemático edificio que se empezó a construir en 1577, se finalizó la obra en 1601 pero se derribó el convento en 1950. A día de hoy queda en pie una de las torres del campanario que se ha declarado Bien de Interés Cultural y en la que se pueden ver restos de su decoración así como unas llamativas gárgolas.
No muy lejos de aquí, en las fuentes de Ayódar, encontramos El Lagar del Cubo, un singular enclave, típico de la época medieval, que servía como lagar de vino y en el que se pisaba la uva. Además, si os animáis a visitar este enclave, también podréis ver recién restaurado el antiguo Molino de Arriba, que data del siglo XV.
Por último, también queremos destacar aquí la singularidad de las vistas del “Salto del Agua” de Vallat, un fenómeno que se da cuando sueltan el agua de la antigua acequia de la central eléctrica y que da lugar a un momento digno de sacar foto.
Sin duda alguna, vale la pena acercarse a conocer un territorio a través de los enclaves, tradiciones y anécdotas que forman parte de él ya que es una forma diferente de acercarse a su historia y crear rutas más allá de las habituales. ¿Te animas a darle un giro a tu viaje?