Fuentes de vida y salud
El clima, la dieta mediterránea y los balnearios nos hacen rejuvenecer y han convertido a España en todo un referente del turismo de salud. En la Mancomunidad Espadán-Mijares, el secreto del vigor está en sus aguas…
¿Cuántas fuentes habrá en la Mancomunidad Espadán-Mijares? Nos llevaría una eternidad contarlas. Solo en Fuentes de Ayodar, en la comarca del Alto Mijares, se computa una decena, tanto en el casco urbano –véase la del Cañar–, como en las afueras –la del Río, la de la Paciencia o la de la Jaríca, que nos sugieren agradables rutas hasta sus chorros.
¿Y qué creéis que significa Aín en árabe sino “fuente”? Si queremos sentir la verdadera genealogía de este municipio, en pleno Parque Natural de la Sierra de Espadán, podemos emprender su ruta del agua, un disfrute cuajado de curiosidades, que nos traslada, por ejemplo, a la época en que se instaló la primera bombilla en el pueblo, en el camino a la fuente de San Ambrós, que, por ese motivo, estaba más concurrida que la calle mayor de cualquier urbe.
Si nos desplazamos a Argelita, más de lo mismo: fuentes de todas las edades, tamaños y tipos, alguna, como la de San Ignacio, con un área recreativa para perfeccionar nuestra excursión.
En resumidas cuentas, todos los municipios de la Mancomunidad están bendecidos por el don del agua. No hay más que pensar en sus piscinas naturales y pozas, que alivian el bochorno en la estación estival, o en las actividades acuáticas en el río Mijares o el embalse de Sitjar, que se las arreglan para sacarnos siempre una sonrisa.
Si preguntamos a los naturales de la Mancomunidad, nos mentarán aquellas fuentes con propiedades mineromedicinales, cuyos beneficios vienen avalados por los testimonios de sus afortunados receptores.
Al fin y al cabo, no inventamos la pólvora si decimos que la acción terapéutica del agua sobre el organismo se conocía ya en tiempo de los romanos, quienes, entre la ciencia y la fe, confiaban sus cuerpos a la inescrutable potencia del líquido elemento, verdadera divinidad de sus termas y balnearios.
Bajo estas líneas, te ofrecemos algunas coordenadas para que, en el curso de tu viaje por la Mancomunidad Espadán-Mijares, no te pierdas en la búsqueda de las fuentes de la eterna juventud…
ESPADILLA
Varias fuentes de Espadilla –Meli, Sastre, Piqueta, Turís y Silvia– nos invitan a placenteras incursiones en busca de las propiedades mineromedicinales de sus aguas. Los beneficios de sus tragos se acompañan, así, de los provechos derivados de la caminata por estos paisajes de ensueño.
TALES
Las aguas de la fuente del Montí, la más popular de Tales, están recomendadas para las personas con piedras en el riñón. Proceden del manantial en la cima de la montaña El Alto, y, siguiendo el dicho de que “el que algo quiere algo le cuesta”, la ruta hasta llegar a ella es larga (una hora y 45 minutos) pero agradecida. Como premio a nuestro esfuerzo, podemos almorzar en el merendero que hay sobre la fuente. El municipio cuenta, además, con otra fuente del Montí restaurada.
TOGA
En 1906, la Exposición Regional Valenciana distinguió a Fuente Caliente, en Toga, con una medalla de oro y un diploma, ahí es nada. La calidad de sus aguas, bicarbonatadas cálcico-magnésicas, está más que contrastada. Para los obesos y los enfermos del estómago y la gota, Fuente Caliente es mano de santo.
VALLAT
Construida en 1930, la fuente de la Salud –¡el nombre lo dice todo!– ha abastecido de agua a los vecinos y negocios de Vallat desde su caño con forma de cabeza de león, que fue donado por una familia de la época, los Morenos.
VILLAMALUR
Entre los muchos alicientes de Villamalur, sus manantiales y fuentes pasan por ser uno de los más pintorescos. Las fuentes atienden al nombre de Chercoles, Berniches, la de Allá, la de Barrajau, la de Albar, la de Lartijuela, la de la Calzada, la de Cafuentes y la de la Olivera; y no son pocas las que ostentan propiedades terapéuticas.